lunes, 1 de octubre de 2018

50 aniversario del estreno de NIGHT OF THE LIVING DEAD

      El 1 de octubre de 1968 se estrenaba en el Fulton Theater de Pittsburgh una película que cambiaría el curso de la historia del cine de terror: NIGHT OF THE LIVING DEAD ("La noche de los muertos vivientes" en nuestro país).
Su éxito fue inmediato, pero tardó un tiempo en ser digerida (nunca mejor dicho) como lo que realmente era: una auténtica bomba de relojería colocada en un extremo muy lejano de la industria fílmica pero cuya explosión socavaría aún más los pilares de una sociedad en descomposición (juro que tampoco ha sido premeditado) y cuya onda expansiva llega hasta nuestros días.

Está usted cordialmente invitado al estreno de una inocente película rodada en Pittsburgh. Luego hay un cóctel.

No hablaré sobre cómo se llegó a eso ya que de esta película se han escrito cientos, miles de artículos, de libros, ensayos, blogs, etc, y no quiero insistir más en ello. Tan sólo recordar que aunque parezca mentira, "La Noche de los Muertos Vivientes" fue el primer largometraje realizado por unos jóvenes de Pittsburgh con muchas ganas y mucha energía, unos jóvenes, comandados por un tal George A. Romero, que habían fundado una compañía publicitaria llamada The Latent Image y que estaba consiguiendo mucha atención por la originalidad de sus propuestas y los estupendos resultados que lograban con presupuestos muy ajustados (y recordemos que Pittsburgh era una de las mayores ciudades industriales de los Estados Unidos, así que trabajo no les faltaba).

Maravilloso anuncio para el detergente "Calgon" realizado por The Latent Image, inspirado en                                                 "Viaje Alucinante" (Fantastic Voyage)

Así, el salto al largometraje parecía algo inevitable, y para ello tomaron una decisión puramente comercial: hacer una película de terror. Las películas de terror de bajo presupuesto eran un medio para darse a conocer en esa época de una manera muy rápida. Una ingente cantidad de drive-ins demandaban películas de todo tipo, y si podían ser películas de terror baratas para proyectar en programas dobles para teenagers mejor que mejor, por no hablar de las matinees de los cines de pueblo con las que se criaron toda una generación de monster kids...


Típica "double feature" de un drive-in, en este caso de uno de Cleveland en la segunda mitad de la década de los sesenta.

Sin embargo no iban a rodar cualquier basura para ganar unos pavos. Al igual que hacían en The Latent Image, se propusieron conseguir el mejor resultado posible a base de esfuerzo. Ellos se lo guisaron y se lo comieron, ejercieron de productores, directores, maquilladores, diseñadores de producción, actores... todo ellos solitos y tratando de hacerlo lo mejor que pudieron, y el resultado fue más que evidente. Cualquier cosa que pudiera engrandecer la película, darle valor de producción, se metía. Un ejemplo es el coche con el que huye Judith O'Dea en la escena del cementerio: el coche pertenecía a la madre de Russell Streiner y se lo pidieron prestado. Un tiempo después la madre tuvo un pequeño accidente con él destrozando el lado del piloto, así que se lo volvieron a pedir y grabaron la escena en la que Barbra se estrella contra un árbol huyendo del primer zombi y destroza el lado del piloto...
otro ejemplo son las actuaciones. Que yo recuerde tan sólo Judith O'Dea y Duane Jones eran actores profesionales, el resto era parte del equipo, como Karl Hardman, que no sólo ejerció de productor (junto a su mujer Marilyn Eastman - "Helen Cooper" en la película) sino también de maquillador y además nos regaló una brillante actuación interpretando al bastardo de Harry Cooper, hasta el punto de que se hace difícil creer que fuera su primera vez delante de las cámaras...
     
      No pienso aburrir con detalles de la producción que son bien sabidos y sobre los que se ha escrito decenas y decenas de páginas. Tan sólo destacar que se trata de una película inteligentísima y que te hace vivir dentro de ella como si de un libro ochentero de esos de "Elige tu propia aventura" se tratara. El guión puede parecer simple, pero nada más lejos de la realidad. Consigue meternos dentro de la historia de una forma aterradora, y hace que nos hagamos los mismos interrogantes que los protagonistas, que saben tan poco de lo que está pasando o cómo reaccionar ante ello como nosotros. Y hablando de los personajes, cuando creemos saber cómo son, cuando los hemos estereotipado, reaccionan de la manera contraria a la que pensábamos que iban a hacerlo, nada es lo que parece y el guión y la dirección juega con nosotros. Así, el personaje de "Ben" interpretado por Duane Jones, un tipo pausado y que mantiene la cabeza fría en todo momento acaba perdiendo el control y la razón mientras que el personaje de "Harry Cooper" interpretado por Karl Hardman, el "malo" de la película, resulta que tenía razón desde el principio y el sótano era el único lugar seguro de la casa... por no hablar del detalle de que en realidad no sabemos en ningún momento por qué los muertos resucitan, o al menos no lo sabemos a ciencia cierta. Ésto, que en su momento fue muy original y sorprendente, si os fijáis en cualquier producción de zombies actual ya se ha quedado como una especie de dogma: los muertos resucitan pero no nos molestamos en explicar el por qué.

     Y sí, el guión fue muy inteligente y la producción muy eficiente, pero es que por si fuera poco en esta película confluyeron además una serie de decisiones que casi se podrían calificar de "casuales" y que contribuyeron a engrandecer su valor y posteriormente su leyenda. Como la decisión de rodar en blanco y negro, puramente económica en un principio pero que sin duda favorece al ambiente del film; en 1968 rodar en blanco y negro un largometraje era algo bastante desfasado, pero eso le dio a la película un cierto tono digamos, "realista", porque la televisión sí era en blanco y negro y eso la conectaba con los noticiarios de la época, bien abundantes de imágenes horribles de la guerra del Vietnam, por poner un ejemplo. Romero siempre dijo que en esta primera película no tenía una agenda política real, sino que es reflejo del sentir de la época, pero la decisión de darle el papel protagonista a una persona de color (algo que Romero siempre insistió en que lo hizo simplemente porque Duane Jones era el mejor actor de todos) también contribuyó a que se le dieran lecturas alternativas a la película, en plena época de lucha por los derechos civiles en Estados Unidos. En el guión original no se describía la raza de Ben, simplemente era un camionero bastante rudo, pero la decisión del propio Jones de suavizar su personaje para convertirlo en una persona bastante más calmada sin duda favoreció también a la película.
O la decisión del cambio de nombre de la película, que no correspondió a Romero & cía... el proyecto se creó con el llamativo título de "The Night of the Flesh-Eaters".

Anuncio original de "The Night of the Flesh-Eaters" para captar inversores. Creo que estaba diseñado por el propio padre de Romero, pero no me hagáis mucho caso.

Pero en algún momento durante el rodaje, o posiblemente durante la edición de la película, se decidió cambiarle el título por el horrendo "Night of Anubis". Y así estuvo a punto de conocerse el film hasta que uno de los distribuidores impuso otro título mejor: "Night of the Living Dead", mucho más comercial y reconozcámoslo, muchísimo mejor. Yo siempre he pensado que "La Noche de los Muertos Vivientes" es un título fantástico y que sin duda contribuyó al éxito de la película. No así al de Romero y sus asociados, que se olvidaron registrar este nuevo título y por eso se quedaron sin derechos de autor ni de distribución. La película no tiene derechos de ningún tipo y cualquiera puede editarla, por eso existen tantas versiones distintas en el mercado. Pero esa es otra historia.

En la fantástica y reciente edición de la película por parte de The Criterion Collection se incluye el workprint de "Night of Anubis", imprescindible para fans psychos y pajilleros.





Unas fabulosas y raras fotos del rodaje en color.


Y dos más en blanco y negro.

      Finalmente el estreno tuvo lugar el 1 de octubre de 1968 en el Fulton Theater de Pittsburgh, y se le dio tratamiento casi de ser la primera película rodada allí.

Anuncio del estreno en Pittsburgh.


La Noche del Estreno Mundial. 1 de octubre de 1968. Hace exactamente hoy cincuenta años.

La película fue un éxito fulgurante. Efectivamente todos los drive-ins la querían a toda costa, y como el sistema de clasificación de edades en Estados Unidos no entró en vigor hasta el año siguiente, se pudo estrenar para todos los públicos. Pero yo creo que el público general no fue consciente del impacto real de la película hasta pasado un tiempo, por lo menos un año o un año y pico. Es muy famosa la anécdota del gran crítico cinematográfico Roger Ebert contando cuando la vio por primera vez, en una matinee llena de niños acostumbrados a inofensivas películas de ciencia ficción o de terror suave para teenagers: https://www.rogerebert.com/reviews/the-night-of-the-living-dead-1968 .
En Europa tuvo un gran impacto y de nuevo fueron los franchutes los primeros en ver que no se trataba de una simple película de terror. Del estreno "oficial" español ya hablé en otra entrada de este blog: http://thethirteenyear.blogspot.com/2017/02/estreno-de-la-noche-de-los-muertos.html .

Y el resto es historia. Fue una de las películas que cambió para siempre los códigos del cine de horror, tuvo dos secuelas espectaculares y un buen remake dirigido por el gran Tom Savini y guionizado por el propio Romero, en el que se jugaba otra vez de manera muy inteligente con las distintas opciones de supervivencia de los protagonistas en la misma situación. Y en lo personal diré que posiblemente sea mi película favorita de todos los tiempos, así que sirva esta entrada en este humilde blog como un pequeño homenaje por su aniversario y como recordatorio del maestro George A. Romero, que se unió a la legión de los no-muertos hace apenas un año.

Una curiosa foto del Teatro Fulton, el lugar donde se estrenó hace cincuenta años, exhibiendo la trilogía de Romero en algún momento de los ochenta. Ahora creo que se llama de otra manera.

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