lunes, 6 de julio de 2020

30 aniversario de RAZAS DE NOCHE

      Hace un año le dedicaba un post a los entrañables estrenos cinematográficos del verano de 1989. Me hubiera gustado hacer lo mismo con una entrada que homenajease a los cines de hace exactamente treinta años, esto es, del verano de 1990, que a lo mejor no fue tan espectacular en estrenos como los del verano anterior (algo difícilmente igualable), pero que también contó con un buen puñado de ellos, muchos los cuales recordaréis porque fueron eventos casi generacionales. Desgraciadamente, las circunstancias que estamos viviendo por culpa de la COVID-19 hacen que me resulte muy difícil recopilar la información necesaria para hacer un post en condiciones, como es lógico los custodios de los archivos de la memoria zaragozana están siguiendo un protocolo de seguridad muy estricto y eso me dificulta el poder realizar una búsqueda en condiciones... pero no todo está perdido, al menos he conseguido material suficiente (después de semanas de espera por la lógica cuarentena que se aplica al instrumental de consulta) como para hacer al menos un par de entradillas modestas...

      Y es que sería una pena no hacer una mención al verano de 1990, un verano que contó con estrenos de varios blockbusters inolvidables pero también de muchas películas de culto, como la que vamos a tratar hoy. Para ello os emplazo a leer la entrada que dediqué al estreno de Hellraiser, los que traen el Infierno ( http://thethirteenyear.blogspot.com/search?q=hellraiser) porque hoy vamos a hablar del gran Clive Barker y la película que estrenó ese verano, Razas de Noche (Nightbreed).

Este tipo de aspecto tan inocente revolucionó el género de terror en la década de los ochenta, ahí donde lo veis.


No voy a extenderme demasiado con la biografía del gran Clive, tan sólo recordar que la segunda mitad de la década de los ochenta fue suya. La publicación de Los Libros Sangrientos revolucionaron el género de terror para siempre, y no hablemos del estreno de su primera película, la citada Hellraiser, cuya influencia llega hasta hoy en día. A todo esto le siguieron tres novelas, El Juego de las Maldiciones, Sortilegio y Cabal. Esta última serviría de inspiración para su próximo proyecto; Barker estaba decidido en ese momento a convertirse en un autor total, a la manera de su amado Jean Cocteau, pero un Cocteau del horror y de la fantasía.
Y no era para menos, Hellraiser, aunque no había sido un éxito gigantesco, se estaba convirtiendo en un título de culto gracias al boca a boca, todos los influencers de la época no dudaban en señalarlo como the next big thing, se estaba preparando una secuela y hasta Marvel llegó a publicar una serie de cómics (de gran nivel, por cierto) basado en sus personajes. Así pues no es raro que Barker se tirase a la piscina y para su segunda película eligiese adaptar una de sus novelas más ambiciosas, Cabal.

Primera edición original española de la novela.

Publicada en 1988 (1989 en España), la novela nos cuenta la existencia de un lugar mítico y apartado de la civilización, la ciudad de Midian, donde se esconden los monstruos que huyen del mundo de los humanos y donde han establecido una pequeña sociedad para vivir en paz. Allí llega huyendo el protagonista de la novela, Aaron Boone, que se cree un asesino en serie y se establecerá allí, para acabar iniciando una rebelión contra los humanos que los atosigan sin descanso. Nos encontramos aquí al mejor Barker, al de la primera época, demostrando una fantasía desbordante mezclada con momentos de horror puro y sexo retorcido marca de la casa. Adaptar algo así no iba a ser nada fácil, pero consiguió lo que parecía un buen acuerdo con la productora Morgan Creek que le aseguraba la distribución mundial por parte de la 20th Century Fox, además de un presupuesto de once millones de dólares que sin ser una barbaridad no estaba mal para la época.

Barker (derecha) dirigiendo a Craig Sheffer (Aaron Boone) y a David Cronenberg (Dr. Decker)

Finalizada la película, surgieron los problemas. Según Barker, la productora Morgan Creek no supo cómo vender lo que tenían entre manos. Ellos querían una película de terror más normalita, un slasher o algo así, y se equivocaron de pleno con alguien como Clive Barker. Este alegato a favor de lo diferente e incluso de lo monstruoso no era el producto que ellos querían, (siempre según Barker), aunque debe ser verdad, porque mutilaron sin piedad casi treinta minutos de película, doblaron a algunos actores como a Doug Bradley (poniéndole un acento alemán (¿?)), y cambiaron el final por completo, rodando uno nuevo bastante grotesco que fue el que se acabó estrenando en cines. Decisiones de ejecutivos que no se pueden comprender cuando contratas a alguien como Clive Barker y le das luz verde para adaptar una de sus novelas, lo cual le hace preguntarse a uno si es que acaso no la leyeron antes o qué...

En Estados Unidos se estrenó el 18 de febrero de 1990 y efectivamente fue un rotundo fracaso tanto de público como de la crítica, que se ensañó con ella sin piedad.
Aquí tardaríamos unos meses en verla, siendo estrenada en una época bastante rara para una película de estas características: a principios de verano. Yo no sé si la distribuidora hizo o no un buen trabajo, a ver, llegó a todas las ciudades si bien en salas modestitas, pero llegó. Y como curiosidad conservo un recuerdo promocional que daban en los cines, una especie de guía en la que se mostraban los monstruos de la película, lo cual no sé si fue buena o mala idea en realidad. Lo que sí sé es que recuerdo que me lo dieron a la entrada de otro cine pero bastantes meses antes, con mucha antelación, lo cual me lleva a pensar que no sabían muy bien qué hacer con la película que tenían entre manos, efectivamente.

La curiosa guía promocional que se repartía en los cines meses antes.

Y finalmente, a comienzos del verano de 1990, concretamente el 6 de julio de 1990 se estrenaba en España "Razas de Noche".

Cartelera del estreno zaragozano.

En mi ciudad natal se estrenaba ese mismo día en el Cine Rex, y ahí estuve yo, en la primera o la segunda sesión ya que llevaba muchos meses esperándola. Había devorado la novela unas pocas semanas antes y le tenía muchas ganas a la película, si bien las imágenes que iban llegando no es que me dieran lo que se dice buen rollo... y bueno, admito que así fue. El primer visionado fue un poco chasco, no me da apuro reconocerlo. En ese momento pensé que las poderosísimas descripciones que habían salido de la fantasía desbordante de Barker merecían algo mejor que esos maquillajes de látex, que si bien estaban correctamente hechos y los personajes resultaban entrañables, no era para nada como lo que describía la novela. El Baphomet ese rígido y de fibra de vidrio me resultó duro de ver, por ejemplo, o que Midian fuese un cementerio en medio de la nada cuando en la novela es una ciudad abandonada con un cementerio desproporcionado para su tamaño, en fin, que me dio una sensación de pequeña escala y de poco presupuesto que no se merecía esa novela que me había volado la cabeza. Igualmente me fastidió bastante el final mierdero que impusieron, vamos, que no me fui nada contento de la sala de cine precisamente... pero admito que no fue una buena idea haberme leído el libro un poco antes.
Y bueno, pues la película en Zaragoza no estuvo ni dos semanas en cartel. Recuerdo que algún colega que había empezado las vacaciones se quedó sin verla por el poco tiempo que duró en los cines. Lo curioso es que casi fueron más populares los múltiples productos promocionales que se editaron que la película en los cines, como el videojuego.


Versión para el Spectrum del videojuego editado en España. Me flipa que alguien creyera que poner a Cronenberg en la carátula iba a atraer al comprador.

Yo conservo ese videojuego en su versión Spectrum, que por cierto fue uno de los cantos del cisne de ese sistema que ya se estaba quedando muy atrás frente al Commodore Amiga o el Atari ST, y puede que éste fuera uno de los últimos títulos que comprase para mi adorado Spectrum +3.
Igualmente ese mismo año Marvel Comics editó en su línea Epic (más adulta) una colección basada en la película, y que estaba bastante bien, entre otras cosas porque estaba guionizada por Alan Grant y John Wagner, dos nombres importantes de la industria, y que en los cuatro primeros números adaptaban la película de una manera bastante peculiar, porque cogieron su estética pero añadiendo a la vez elementos de la novela (como que salga el pueblo abandonado) y cosas que no sé si son de creación propia o bien escenas que se quedaron en la mesa de edición y que a lo mejor están en el famoso "Cabal Cut" del que hablaré luego. En todo caso es curioso comparar las tres cosas. Y el resto de la serie tampoco estaba mal, sobre todo porque mezclaron cosas del universo de "Razas de Noche" con otros relatos de Clive Barker, como a Rawhead Rex.

En España la serie fue editada por Ediciones Fórum, que tenían los derechos de Marvel entonces.


La  colección duró unos catorce o quince números y eso fue todo. La gran película que podía haber lanzado a la estratosfera definitivamente a Clive Barker, algo así como el heredero de Stephen King, no funcionó. Ni siquiera la magnífica Candyman, el dominio de la mente, otra adaptación de Barker realizada dos años después por Bernard Rose (posiblemente la mejor adaptación de un relato del escritor de Liverpool) lo auparon al trono que merecía. Supongo que eran otros tiempos, los poderosos ochentas habían pasado y la gente buscaba otras cosas, digo yo.

El glorioso VHS español

Pero, por fortuna, esto no fue todo.

Al igual que alguna película que he tratado en este blog (La Cosa de John Carpenter por ejemplo) su fracaso en cines no significó el fin de la película. Su edición en formato doméstico y sus pases por televisión en la década de los noventa hizo que finalmente la película acabase encontrando su público y a día de hoy tiene una auténtica legión de seguidores que con los años le han dado el estatus de película de culto que desde luego merece. Qué diablos, incluso yo mismo le acabé cogiendo cariño, reconozco que en su momento me defraudó bastante pero yo qué sé, con el tiempo se acaba haciendo entrañable. De hecho hoy en día casi nadie se acuerda de la novela pero en cambio de la iconografía de la película y de sus monstruos se acuerda todo el mundo. Yo mismo de hecho apenas recuerdo la novela, ya no sé qué pertenecía a la película y qué no.

También ha ayudado a su reconocimiento, sobre todo en los últimos años, las distintas versiones que han ido apareciendo de la película, casi como en el caso de Blade Runner (http://thethirteenyear.blogspot.com/2018/06/los-estrenos-de-blade-runner.html), que hay ya varias versiones de la película y todavía está lejos de acabar el asunto. Por resumir, tenemos la theatrical, la que vimos en cines con 102 minutos, el director´s cut, editado por Arrow Video y que dura 120 minutos, y finalmente el misterioso Cabal Cut, que ha sido visto en algún festival y que el propio Clive Barker llegó a vender en su web en formato blu-ray y en edición limitadísima de 250 copias (y a un precio desorbitado). Este Cabal Cut dura 145 minutos y los que lo han visto dicen que en realidad las escenas inéditas que contiene están en una calidad pésima, formato workprint. Y lo más misterioso de todo, hace dos años una productora anunció a bombo y platillo la edición final del Cabal Cut con 194 minutos, lo que es una locura porque casi duplica el metraje original, e incluso publicaron en su web unas fotos chulísimas de la película que nunca se habían visto... pero de la noche a la mañana, la web desapareció misteriosamente y de aquello nunca más se supo. Supongo que habrá intensas batallas legales tras ello, así que el tema parece que está lejos de acabar y mientras tanto cruzaremos los dedos por ver algún día algo parecido a lo que Clive Barker quiso estrenar en cines. 
A mí como estas historias me flipan, estoy encantado de la vida con ello.

Por cierto, si este post le ha abierto el apetito a alguien, que sepa que una distribuidora que está sacando cosas muy chulas en España editará el año que viene (lo iban a hacer este pero por las circunstancias que estamos viviendo lo han tenido que aplazar) la película en blu-ray y con dos versiones, con la theatrical y con el director´s cut, junto a varios extras como el documental Tribes of the Moon, imprescindible para los fans de la película y donde se puede intuir alguna escena que es de suponer que aparezca en el Cabal Cut como una escena de sexo muy bizarra entre Peloquin y Shuna Sassi.

Y eso es todo por hoy, amiguitos. Espero volver pronto para continuar hablando de otros estrenos del verano de 1990. No olviden comentar sus propias impresiones de esta pequeña joya.